En el entorno socioeconómico actual con un entramado legal más complejo, mayor sensibilidad de la sociedad, mayor control de la administración, mayor exigencia de los accionistas y mayor tensión en las relaciones con proveedores y clientes, existe un aumento de las reclamaciones a los directivos cuestionando sus gestiones para ver si son correctas o no.
Aunque las reclamaciones vayan contra la empresa inicialmente, es el directivo o administrador el que finalmente debe responder con su patrimonio particular y el de sus herederos.
Este Seguro de directivos y altos cargos protege a las personas físicas que hayan sido, sean o serán miembros del Órgano de Administración, directivos, altos cargos, administradores, gerentes u otro cargo equivalente de la sociedad o sus filiales, dado que están expuestos a responsabilidades civiles o penales relacionadas con:
• Mala gestión del patrimonio de la entidad.
• Competencia desleal.
• Falta de supervisión.
• Mala decisión en la adquisición o venta de activos o
entidades.
• Falta de diligencia en la realización de estudios de
mercado (siempre y cuando ésta no sea la actividad de la
sociedad).
• Fusiones y adquisiciones.
• Excesiva o deficiente diversificación (en productos, líneas
de negocio, mercados, etc.).
• Excesivas o deficientes inversiones en I+D.
• Información incompleta o incorrecta (a inversores,
clientes, accionistas, socios, entidades supervisoras….).
• Desvío de la estrategia marcada.
• Falta de diligencia en
la investigación y aprobación de proyectos empresariales.
• Diversificación, contratos, adquisiciones, nuevos socios, expansión a otros mercados, cambios accionariales, problemas de sucesión, grandes préstamos/líneas de financiación, cambios de estrategia, etc. Todas estas situaciones con las que se encuentra el administrador en su gestión diaria, pueden generar reclamaciones contra administradores que se materializan en costosos procesos, que tienen cada vez mayor frecuencia e intensidad, incluso en el ámbito de las Pymes, Fundaciones, Cooperativas o incluso Asociaciones.
Este es un seguro que responde a las
reclamaciones que, por su gestión, deban hacer frente mediante el pago de indemnizaciones, gastos de
defensa (tanto penal como civil) y fianzas.
Algunos ejemplos:
• Una Sociedad Limitada, promotora inmobiliaria, interpuso una acción social de responsabilidad contra su consejo de administración ya que la sociedad había recibido ciertas cantidades en concepto de pagos anticipados para la construcción, pero no concertó los correspondientes contratos de seguro que garantizasen la devolución de dichos anticipos, como era legalmente exigible. Los administradores demandados fueron condenados a pagar una cantidad equivalente a los intereses que, de haberse contratado el seguro, habrían quedado cubiertos bajo el mismo.
• Un comprador de acciones de una sociedad entabló acción individual contra los administradores de la sociedad por su negativa a reconocer su cualidad de accionista, lo cual le privó de poder ejercer el derecho de voto en una Junta General, así como de percibir los dividendos correspondientes a un ejercicio. El Tribunal condenó a los administradores tanto al reconocimiento de la condición de socio comprador como a la indemnización de los daños y perjuicios ocasionados.
• Se entabló una acción de responsabilidad contra los administradores de una sociedad quienes, teniendo conocimiento y tiempo para comprobar los problemas económicos por los que atravesaba la compañía, incumplieron la obligación de convocar a la Junta General para acordar la disolución de la misma. Los administradores condenados, solidariamente con la sociedad, al pago de las deudas de ésta.
• Los empleados de una empresa hotelera solicitaron la declaración de concurso culpable de la sociedad. El juzgado de lo Mercantil estimó que el concurso debía efectivamente declararse culpable porque los administradores no habían solicitado la declaración de concurso en el plazo de dos meses legalmente previsto al efecto. La Sentencia condenó a los administradores al pago del déficit patrimonial de la sociedad.
• Un administrador fue condenado subsidiariamente al pago de los importes correspondientes a
diversas autoliquidaciones de IRPF, retenciones de trabajo personal e IVA, así como los
correspondientes intereses de demora, sobre la base de que la sociedad había cesado en la actividad,
dejó de presentar regularmente sus declaraciones tributarias, y el administrador no promovió la
disolución y liquidación de la sociedad.
Delante de estas situaciones se puede dar cobertura a los gastos de defensa y la posible indemnización como consecuencia de las reclamaciones cubiertas que sean formuladas contra la persona asegurada, que puede ser el administrador y/ directivo, incluso empleados (en relación a reclamaciones en materia laboral), durante la vigencia de la póliza y que tengan su causa en un acto incorrecto del asegurado en el desempeño de su cargo.
Es necesario tener contratada la póliza de Seguro para garantizar la Responsabilidad de los altos cargos, (D&O) Directors and Officers
Contacta con nosotros, te explicaremos cómo estar protegido en tu caso concreto.
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